
Con una voz firme, una personalidad sin filtros y un corazón lleno de historias, Sandra Chávez, mejor conocida como “La Comadre”, se ha abierto paso en el mundo del espectáculo combinando talento musical con una profunda conexión humana. Más allá de los escenarios, Sandra representa a una mujer resiliente, auténtica y valiente que no teme decir lo que piensa ni mostrar su esencia.
El camino no ha sido sencillo. Sandra admite que una de las mayores dificultades ha sido enfrentar puertas cerradas pese al esfuerzo, así como lidiar con la distancia de sus hijos por cuestiones laborales. Sin embargo, también reconoce las recompensas que el arte le ha dado: “El mejor pago es cuando alguien te dice ¡me gusta lo que haces!”
Para muchos, esta mujer es un ejemplo de determinación. Pasó de cantar en el transporte público a ser una artista con público propio. “Lo bueno es dejar claro que nunca me rendí”, asegura con orgullo.
El origen de “La Comadre”
Su personaje nació en la radio, en un momento donde más que entretenimiento, era necesaria la empatía. Sandra se convirtió en una voz amiga para víctimas de violencia doméstica y abuso, escuchándolas sin juicio, brindándoles palabras de aliento e información valiosa. Fue entonces cuando “La Comadre” tomó forma: una figura cercana, cálida y sin barreras, dispuesta a tender la mano a quien la necesitara. Ese vínculo genuino con la audiencia se mantuvo vivo incluso cuando decidió dedicarse de lleno a la música. “Quise que supieran que podían acercarse”, comparte. Porque para ella, el arte y el corazón van de la mano.Entre sacrificios y satisfacciones

Nuestras Redes